lunes, 19 de noviembre de 2012

Las Dimensiones sin Laberinto


Por Diana Charpentier Quesada


No sé ni cuantos pisos tenía, lo cierto es que entré sin querer en alguno de ellos. Mientras gateaba  crucé a través de una pared. No sabía cómo porque nunca había cruzado paredes. Alcé la cabeza y vi entonces un rótulo que decía “laberinto”. Me levanté porque ya había suficiente campo para caminar e inicié con el paso lento. Un toro abrió abruptamente una ventana y un huracán me transportó a un piso sin gravedad. Por fortuna solo pasó perdido ahora debía de buscar la salida.

Había poca luz pero descubrí que las paredes hablaban. No entendía su lenguaje pero descubrí que era mi misión escucharlas. Seguí caminando conectando la noción del tiempo y el espacio y un pájaro transmutó del pasado. Me dijo que conocía la salida y las paredes callaron.

Empecé a correr y un espejo me saludó. Lo saludé de vuelta y aparecieron más espejos. Seguí corriendo y se acabó el camino. Solo había un muro.

Mientras cavilaba para ver qué hacía, comenzaron a llover libros y me di cuenta que el tiempo no existía. Yo sí. Abrí un libro azul que me llamó la atención y me sumergí y hoy sigo en él. El libro es el laberinto.

A veces veo al pájaro sobrevolar en el cielo pero solo vuela. Creo que no es real y me engañó. Mi memoria sigue descifrando el lenguaje de las paredes para ver si logro saltar del libro hacia lo desconocido.

Las dimensiones sin laberinto me esperan. Lo que nadie sabe es que leo mejor solo con un ojo pero el segundo me sacará del espejo y seremos uno solo.

jueves, 25 de octubre de 2012

Una lluviosa tarde de Octubre


Por Diana Charpentier Quesada

Era una lluviosa tarde de octubre. Escribía acerca del poder y el amor y entonces no sabía nada. ¿Cuál es cuál?

Una historiadora diría que es una visión déjà vu, una politóloga diría que las relaciones de poder están sujetas a los vínculos del sistema y flujos de información, Freud diría que hay que psicoanalizarse para contestar la pregunta, una filósofa diría que el amor por la sabiduría te ayudaría a contestar esta pregunta, Einstein diría que la política es más difícil que la física, una socióloga diría que hay que estudiar la estructura del amor y del poder, Pitágoras diría que "a" al cuadrado + "b" al cuadrado es igual a "c" al cuadrado, una química diría que el enlace determina las propiedades de vínculo, una física diría que no se sabe porque depende de la acción o reacción bajo el cambio de factores como la fricción y la gravedad y que la metafísica y los quarks tienen ritmos de colisión, la mujer de Vitrubio diría que Leonardo se sumergió en el espejo y conoció las maravillas del Universo, Homero diría que sin el amor y sin el poder nunca hubiera ocurrido la guerra de Troya y nunca se hubiera revelado al mundo la realidad mitológica de los Dioses, los Héroes y las tragedias, los mayas dirían que todos somos el amor porque somos uno solo y todo tiene un corazón, la teoría del conocimiento diría que siempre existe el cerebro y existe el corazón y que ambos son fuentes de poder y de amor, una internacionalista desde el punto de vista realista diría que por ello existe la guerra y una internacionalista idealista diría que deben buscar la paz y negociar, Lestat diría que nació gracias a Magnus pero que todavía no sabe si es amor o poder el que los relaciona, lo cierto es que mientras el amor y el poder estén vivos se evitará caer en el nihilismo. El debate entre la vida y la muerte y el porvenir del alma, como lo estipula La Banda Dreamtheater, se resuelve al perderle el miedo al futuro, porque el pasado siempre va existir y no se va cambiar pero estamos en el presente que adelanta el mañana. Por ello, se le denomina al debate entre el amor y el poder la forma cíclica que ha iluminado a las civilizaciones y que por ello se circunscriben. Los ciclos biológicos, los ciclos de la tierra, del sistema solar, todos son ciclos que se mueven a diferentes ritmos por la medición del tiempo, cada luna y alba, el despliegue de un óvulo, el subir y bajar de la marea, el detonante de la fecundidad, todos se mueven por fuerzas cíclicas. El amor es una fuerza y el poder gira alrededor de estos ciclos. Lo cierto es que Darwin diría que se propagaría la paz por la selección natural pero La Banda Pink Floyd podría contestar que si fuera por selección natural no existiría el lado oscuro de la Luna. Karen Carpenter les contestaría que si después de que el padre cruzó el océano y dejó solo sus memorias entonces sigue siendo un ladrillo en el muro pero que el muro se puede desarmar gracias a la fuerza metafísica por más extraña que sea, porque es gracias a ella que lo sabemos. Los Carpenters llaman a los ocupantes de la extraordinaria nave para contestar sus preguntas y ellos les contestan con los ojos cerrados que lograron contactarla pero ella sufrió por el debate del amor y del poder. En eso se acordó que cada vez que pasaba cerca, una estrella caía del cielo. Por suerte Harry Potter salvó la piedra filosofal y logró ir a Hogwarts. Mario Benedetti mojó el papel con sus escritos porque lo real maravilloso latinoamericano que lo inspiró late también en la sangre. Martí buscaba la liberación del espíritu y Hegel lo resumiría como un Estado de Razón. Esta historia es infinita debido a sus propiedades cíclicas pero hay un fin inmediato que sucede cuando los Beatles cantan: ¿quieres saber un secreto?

... Fue así cuando al final me di cuenta que todavía no sabía nada y que se puede seguir escribiendo del amor y del poder hasta que pare de llover. Es simplemente la fotosíntesis humana que da vida y muerte y que yo no estaría aquí escribiendo estas palabras si no fuera porque el amor y el poder cavilan y se encuentran en los sueños. Cuando Galileo y Copernicus revolucionaron la percepción del mundo les dijeron que estaban locos pero si la Tierra no girara alrededor del sol no tendríamos fotosíntesis. La estrella de la mañana que convirtió en hombre lobo a la Banda The Mars Volta les escribiría que siguen vivos y que pueden salir de Asilos Magdalena pero que deben caminar cuando ella camina y no necesariamente tienen que perder las alas. Cuando Segismundo estaba en la torre ignoraba que la Vida es Sueño pero que como diría Platón, debería salir de la caverna para enfrentar el mito.